ametladocea

Hi! I've been gone for quite a while. Just wanted to notify those who care of my username change, from Oceanum-MMA, to ametladocea . I am more active on Instagram: www.instagram.com/ametladocea/. Nonetheless, I'm going to upload all the art I've uploaded there here.

Hope everyone is doing good

Hey! I've created an Instagram account, which doesn't mean I won't upload anything here:

www.instagram.com/ametladocea/

Ayer fue un día agradable: fui al mar. El mar es un lugar en el que me siento cómodo y liberado. Con los pies al borde de esa inestable masa de agua, que tan bella me resulta, pienso y repienso y paso tiempo en mi compañía, como de costumbre, y estoy en verdadera paz. Ayer fue un día como otro cualquiera: un día sin grandes emociones, nada especial que hacer a merced del calor veraniego. Las cigarras y los grillos mis oídos los obvian desde que soy pequeño, pero anoche no quería que me escuchasen.

Anoche lloré. Anoche sentía que quería llorar, y a la fuerza le saqué a mi mente una fuerte cascada. No sabía a ciencia cierta por qué quería hacerlo, ni por qué lo hice, pero ocurrió, y salieron de mi mano, de mi boca y de mis ojos emociones que tenía guardadas en diferentes recodos de mi psique. Grité, hablé conmigo y con personas que no estaban conmigo y a las cuales me intentaba convencer de no querer ver. Quería un abrazo sincero, y me lo di. Me abrazaba al cojín mientras murmuraba in crescendo palabras que no sabía que necesitaba proferir.

Anoche lloré y mascullé dolores tanto tiempo que mi pecho me pedía tregua. Y le dije que no se la daría hasta que no me quedase seco. Y así fue. Y no sólo lloré, también reí. Me reía conmigo mismo, pero a la vez de mí, como cuando alguien te dice de reírse contigo pero se está burlando de ti. Me sentía bien, sentía que el día había ido bien, sentía que había hecho lo correcto obligándome a llorar por un presentimiento, y aún lo creo. 

Ahora bien, M., ¿por qué estás escribiendo esto en Internet? Llevas toda tu vida avergonzándote de llorar, ¿por qué esta repentina desnudez y flagrante desdén a lo que se pueda pensar de tu patético lloriqueo? Pues bien, porque estoy soberanamente cansado de fingir que soy de hierro, estoy cansado de parecer que no tengo emociones y de no decir lo que pienso y lo que siento tan a menudo como querría. Sé que lo hago y cada vez voy a más; cada vez me desnudo más ante la gente y me da menos reparo ser el matojo de emociones que soy. Siento que me doy razones para llorar porque no tengo nada en lo que pensar, siento que me aburro y me doy males de cabeza simplemente porque sí. A veces siento que he de llorar para llamar la atención de la gente que me importa, y me siento patético por pensarlo. Lloro porque tengo emociones que catalogo en mi cerebro y no me atrevo a inspeccionar, porque no soy pétreo, ni férreo ni nada de eso. Siento que tengo un mueble lleno de cajones que me da miedo abrir y que me he de obligar a hacerlo. Lloro porque me quiero, pero no me quiero bien. Y me consuela en cierto modo saber que yo soy quien me hace sufrir, porque sé que soy yo quien me puede ayudar.

Hace ya un tiempo que rompo a llorar sin una causa concreta, no me viene de nuevo. La diferencia, es que aunque me dé muchísimo terror abrirme de esta manera a vista de cualquiera (porque me da miedo que alguien use mi dolor en mi contra), siento que he de hacerlo para despojarme de este verdadero pavor que tengo. Me resulta inaceptable esta vergüenza; tenemos una tumultuosa relación desde hace años, y es hora de romper esta tóxica amistad. Sentía que me protege, pero lo único que hace es oprimirme. Soy yo, M., una persona que tiene la cabeza en las nubes de un cielo despejado, alguien que llora cuando hace sol, que siente de manera más intensa de lo que tal vez le gustaría, pero que a la vez le reconforta porque es lo que le hace ser quien es, algo de lo que cree estar orgulloso. Tengo miedo, pero a la vez tengo una inmensa paz. Me siento despresurizado.

El vídeo que adjunto no pensaba compartirlo jamás, por el miedo/vergüenza ya mencionados, pero creo que, aunque me duela, quiero enseñarlo. Es de una de las veces que me obligué a llorar porque intuía que tenía que hacerlo, esa vez cantando una canción con la que me siento, o me sentía, identificado.


(Aviso para navegantes, es decir, familiares y amigos que por algún casual lean esto: no necesito compasión, ni falsa empatía, ni un '¿y por qué no me cuentas las cosas?' o un 'no sé por qué te lo callas si me tienes aquí'. Una de las razones por las que sentía que no tengo derecho a llorar es porque siempre se me ha dicho (con otras palabras) que es culpa mía estallar porque "siempre tengo a alguien con quien contar". Me siento como un niño malcriado que no usa los recursos que tiene, pero es que los recursos que tengo sólo sirven para una fracción de aquello que conforma mi cosmos emocional, y estoy eternamente agradecido por ello, y me duele no poder decir o sentir más al respecto. Lo siento con sinceridad; no confio en nadie más de lo que confío en mí, y os quiero igual.)